jueves, 12 de septiembre de 2013

La intención



Estar pendientes de descubrir la verdadera intención de los argumentos de cualquier idea es el gran error que cometemos permanentemente, incluso a la hora de elaborar nuestros propios argumentos.

Si desconfiamos siempre ( de entrada ) en la información que recibimos como novedosa, -dependiendo por supuesto de la fuente de procedencia-, ese mismo protocolo afectara a la generación de nuestras propias ideas, hay una equivalencia entre lo que pensamos de las ideas de otros y lo que creemos que van a pensar los otros de nuestras propias ideas.

En la medida que seamos capaces de corregir esa desconfianza en las ideas de los demás aumentaremos y reforzaremos la confianza en las nuestras.

Para creer en nosotros cada vez mas, tenemos que aprender a creer cada vez mas en los demás, esto refinará nuestro instinto, el que nos debe guiar.

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